Empezamos con un pasacalles desde la plaza del Ayuntamiento hasta la histórica Plaza de Toros vieja. Repartidos en dos grupos uno con dulzainas y otro con gaitas recorrimos las calles principales del centro de la ciudad de Tarazona hasta llegar a la plaza octogonal, donde nos esperaba un buen montón de palets que prenderían fuego momentos más tarde de nuestra llegada. El fuego, en un primer momento, es de tal intensidad que obliga a la gente colocarse pegados a la fachada interior del recinto lejos de las calurosas llamas, que inspiran en Antonio ("El Gaitero de Vera") unos momentos musicales muy emotivos. Dar las gracias al portal 23 que a nuestra llegada nos recibió con unas botellas de sidra. Dulzainas, gaitas, tambor tradicional, la caja, el bombo, los palos de ronda y las castañuelas suenan en la noche mientras los habitantes de la ciudad pasan a recoger una patata asada, vaso de vino, huevo duro y pan con vino.
Una vez terminado en Tarazona, los Borineros acudimos a la hoguera de Vera de Moncayo, compuesta por unos enormes troncos de chopo que seguramente no llegarían a consumirse en toda la noche. Con nuestros toques musicales unos foráneos animan sus esqueletos dando botes alrededor de la hoguera y posteriormente aun se animan a aprender algún paso de dance tradicional con nosotros. Al final terminamos en el Bar de "la Rosica" con nuestros nuevos amigos, tocando y cantando en una noche sin igual. ! Que bien nos lo pasamos ¡
"El Gaitero de Vera"
Sonada juerga la de Vera, unas cuantas más como esa y no llegamos a viejos, pero que leches, ¡Que vengan muchas de esas!
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